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jueves, 8 de octubre de 2009

Un mito del flamenco

fosforito

Antonio Fernández Díaz conocido como "El Fosforito" nace en Puente Genil (Córdoba) el 3 de agosto de 1932, de madre sevillana y padre cordobes fue el quinto de los ocho hijos de una humilde familia de grandes artistas siendo su primera actuación con apenas seis años.


Curtido en ferias, tablaos, espectáculos itinerantes junto a otros grandes de este palo como Juanito Valderrama o Manolo Caracol, Fosforito ha sido precoz y preclaro en algunas ocasiones: fue el primero en grabar el cante por taranto, al menos bajo ese nombre, y pionero también en apoyar los primeros discos de Camarón de la Isla.


Fosforito, según muchos entendidos del flamenco, es un cantaor completo porque también sabe tocar la guitarra; de ahí le viene la perfección en los cantes de compás, y el redondeo musical en los palos libres, todo un dechado de pulcritud en la ortodoxia del Cante.


Una anécdota que hay que destacar de este maestro fue durante su cumplimiento en el servicio militar en Cádiz, en el año 1954, ya que se le practicó una operación de estómago. Dicha intervención coincidió con sus últimos días de "mili", de forma que a los tres días de operado lo licenciaron, sin dar tiempo a que la herida cicatrizara. Estando en estas condiciones físicas y teniendo que buscarse la vida para poder subsistir buscó trabajo en un cabaret gaditano que se llamaba Pay Pay. Su delicada situación física y el esfuerzo diario de sus actuaciones motivaron que se abrieran los puntos de la operación, hecho éste que le impidió continuar con su trabajo y le obligó a curar en unas condiciones tan precarias que le condujo a una situación de anemia importante. No podía cantar, se quedó mudo. Estuvo un año mudo, lo que le obligó a refugiarse en su pueblo, al abrigo de los pocos medios que podían ofrecerle su familia, al carecer de las mínimas condiciones para vivir del cante. Malos momentos para Antonio del Genil. En estas circunstancias tan duras para el cantaor el Ayuntamiento de Puente Genil acuerda comprar una guitarra, que costó dos mil pesetas, y se la entrega a Antonio con el compromiso por parte de éste de que recibiera lecciones de un guitarrista del pueblo; y así, aprendiendo las primeras postura del toque, fue tarareando y se fue encontrando poco a poco a sí mismo como cantaor.


A partir del año 56 después de ganar el concurso de flamenco de Cordoba "Fosforito" desarrolló una extraordinaria carrera artística, llena de éxitos y amparada por el reconocimiento de aficionados, críticos y los más prestigiosos entendidos en el difícil arte del flamenco.


Actualmente "Fosforito" está retirado de la vida artística, vive en Málaga, y tiene su punto de reunión en el Café Central de esta ciudad, siempre en la misma mesa y como no siempre dispuesto a hablar de cante... y desde aquí deseamos que sea por mucho tiempo.
Y para comenzar os dejo con unas alegrías:






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